12 de marzo de 2008

Amazonas Peruano‏

Habiendo dejado de escribir el otro día, salí del cyber frente a la plaza de armas de Iquitos, donde estaban Javis y 'El Bostero' intentando sacarse de encima a los dos guías.

Pasados unos minutos, les inventamos unas diligencias que teníamos pendientes en la zona prometiéndoles pasar luego por la oficina de ellos a charlar sobre las excursiones posibles a hacer.Apenas conseguimos que se vayan cayeron cuatro conductores de mototaxi, contratados por un hostel y empresa de turismo, que nos empezaron a tratar de vender más excursiones.
Por lo menos yo, apenas llego a un lugar nuevo, al primer lugar que voy es a la plaza de armas para observar un poco el movimiento del lugar, que se te acerquen algunas personas tratando de venderte comida, artesanías o lo que fuere, teniendo así la oportunidad de tantear un poco el tema hospedaje y demás.
Esta vez no fue la excepción y ahí estuvimos. Todo esto va a que nos sorprendió a los tres la cantidad de gente que se nos acerco a vender distintas cosas. Ya llegaba a molestar, eran como tábanos y lo peor es que no era fácil espantarlos.
Volviendo a estos choferes de mototaxi, lograron convencernos de ir al Hostal 'Golondrinas' a ver que tal estaba y hablar con el guía quien nos ofrecía una excursión por la selva amazónica.
Con estos fuimos hasta la oficina donde nos mostraron una presentación de Powerpoint pudiendo ver los ríos que se navegarían, junto con fotos del campamento y distintas actividades que se podrían hacer, todo limitándose a la cantidad de días que pasaríamos.
Luego de la charla y de arreglar el precio (s./ 320 por tres noches y tres días) salimos para el centro de la ciudad a hacer algunas compras necesarias para a excursión, a la cual partiríamos en las dos horas siguientes.
A las 14 hs. del viernes, nos tomamos un Bus hacia Nauta (ciudad donde nos habíamos bajado de aquel barco que nos tomados unos días antes en Yurimaguas). Una vez alli, a eso de las 1630 hs., al Peke Peke (lancha llamada así por el tipo de motor que usa, similar a la lancha colectiva del Delta de Buenos Aires).
Tuvimos, junto a nuestro guía Wilson, dos horas de navegación en el Peke Peke por el Río Marañon hasta llegar al campamento base a orillas del Río Cumaceba. Como obscurece temprano, ese primer día no pudimos hacer nada, solo asentarnos ahí, comer y conocer a la gente con la cual pasaríamos los siguientes días.
El grupo estaba conformado por: Gary (flaquito de Canadá), Mariel y cia. (Francia) y Victoria, Valeria y Mariana (Bs. As.).
Al otro día por la mañana (sábado) salimos de caminata con Wilson por la selva. Pudimos ver monos, lianas, termitas, tucanes, insectos de todo tipo y tamaño junto a varios árboles y plantas medicinales.



La caminata habrá durado en total unas cuatro horas, que pasadas, volvimos al campamento para almorzar y preparar la nueva salida. Previo a esta, Wilson nos llevo a Puerto Miguel, el pueblo más cercano, a unos 20 minutos de navegación. Cuando digo pueblo, digo caserío de 500 personas, siempre dentro del amazonas. Ahí compramos nafta para el motor y un cajón de cerveza. A la vuelta pasamos por la casa de Estela a comprar cigarrillos, donde bajamos del barco y nos quedamos nadando con sus 6 hijos en el Río por un rato.
- 'Tu te vas en avión, yo me voy en Peke Peke...'

Vueltos en el campamento y terminados de comer, siempre alimentos con gusto a amazonas, empezó a gotear un poco, pero esto no evito que salgamos nuevamente. Esta vez fuimos en canoa con motor, junto con Jhonny, el sobrino de Wilson que nos acompañaba adelante en la canoa usando la vista y oídos indígenas que los caracteriza para encontrar los animales. Los minutos pasaban y las goteas caían cada vez mas seguido. Después de un rato de navegación llegamos a una laguna donde pudimos ver un grupo grande de monos fraile en los árboles sobre la orilla. En ese mismo instante se largo una tormenta muy fuerte, la que nos obligo a volver al campamento dado que era mucha el agua que entraba en la canoa, poniendo así en riego su flote.Llegados al campamento, con la lluvia que no cesaba, alguien del grupo saco un juego de dados y Javier y el Chori nos enseñaron a todos un juego Ecuatoriano que habían aprendido en el 'Eduardo VI'.
La idea de esa noche era salir en canoa a remo en busca de caimanes, cosa que nos fue imposible ya que la lluvia seguía.
Terminados de comer empezamos a escuchar música que salía de la cocina. Al ir encontramos a Jhonny (Kena Andina), junto con Walter (un balde utilizado como tambor) y Nilson (maracas) creando el interesante sonido. Los tres, que teníamos ya muy buena relación con toda la gente que trabajaba en el campamento, nos instalamos con ellos y de a poco empezó a caer la otra gente.
Como los mosquitos son algo que no deja de molestar en ningún momento del día (solo cuando esta arriba del barco se los puede evitar) y sobre todo siendo de noche, decidimos ir a la choza utilizada como comedor, ya que estaba cubierta con mosquitero, al igual que la otra usada para dormir.
A medida que la música sonaba la lluvia iba pasando, hasta que llego un momento en que todo se había aclarado. Como esa noche del sábado era el cumpleaños de Nilson, decidimos todos (salvo Jhonny) subir a la colectiva e ir a Puerto Miguel.
Los muchachos nos dijeron que iríamos a un bar, así que bastante entusiasmados salimos. Cuando llegamos, el dueño acababa de llegar de Nauta por lo que el bar estaba cerrado y lógicamente no había nadie.
Debido a todo esto, el boliche 'El Gusano' lo ocupamos solo nosotros. La cerveza Iquiteña nos salía 3 x s./ 10 y la vendían al tiempo (natural). A pesar de las ilusiones que habíamos tenido sobre el bar, la joda estuvo muy divertida, bailamos mucha cumbia, nos tomamos unas buenas chelas y a eso de las 2 a.m. emprendimos el regreso.

- “Por que no bailan?” (Nilson)

El domingo, con la boca un poco seca después de tanta cerveza, nos levantamos y desayunamos. Mientras nos metíamos desde el muelle al río, una actividad constante mientras estábamos en el campamento, los tres guías nos llamaron a todos y nos comunicaron que hacia cuatro días se había incendiado el lodge de un gringo sobre el Río Iarapa y que todos los guías de la zona debían ir al Pueblo a una junta con el Fiscal y el Prefecto para encontrar la solución a semejante problema (se sospechaba de un incendio a propósito).
Por esta razón, nuestro guía Wilson no pudo estar con nosotros, quedándonos así con el ya conocido por Uds. Jhonny. Con el salimos a remo hacia la Laguna de Uito (su nombre se debe a un fruto que sirve para teñir tinturas y pintar la piel), donde pudimos pescar un buen rato y ver algunos animales.
Por la tarde, tomamos el Peke Peke y nos fuimos a recorrer el Río Iarapa. Este rió es de un colo negro intenso por las aguas que lo conforman y el tipo de minerales que ha arrastrado durante su camino. Pudimos ver también el lodge incendiado, pero el fin era buscar un grupo de turistas sobre la costa de este río. Recogidos estos y llevados al campamento base, nosotros nos fuimos de nuevo a Puerto Miguel por la excursión 'del río' Ayawasca.
Esta excursión fue bastante distinta a todas. El guía no era lo suficientemente bueno, por lo que lo que pudimos observar, sobre la costa del mismo Cumaceba, no fue muy nuevo.
Cansados de estar la mayoría del día sobre el bote, medio mareados nos fuimos a dormir. Esta era nuestra ultima noche.
Ayer lunes 10 de marzo, nos levantamos y salimos por otra vuelta a dos lagunas cercanas al campamento, viendo gran variedad de plantas acuáticas, Monos Fraile, Mono Arilla y cantidad de pajarracos. Vale destacar la Tarántula que encontramos, con unos 15 cm. de circunferencia y que pudimos subirnos a nuestras manos. Un poco de cagazo dio, hay que aceptarlo, pero la foto que hay vale la pena.
Después de almorzar emprendimos la vuelta a la civilización. El camino de vuelta no fue el mismo que el de la ida, sino que tomamos el Río Marañon hasta la unión con el Uncayali, siendo ahí el principio del mismísimo río Amazonas, él más caudaloso de la amazonia, la madre de los 1000 ríos que conforman esta espectacular zona.

- 'Has pescado un troncodrilo' (Johnny)

Habiendo visto algunos delfines de río durante el camino llegamos a Nauta para tomarnos el Bus a la ciudad de Iquitos. Ahí nos hospedamos en el hostel 'Golondrinas', aquel donde todo había empezado. En este nos reencontramos con nuestros compañeros de campamento, los que habían vuelto un día antes que nosotros. Con ellos salimos a comer y tomar algo. Vueltos al hostel hicimos un poco de pileta y a dormir para hoy poder tomar el avión de regreso a Lima.Así que aquí estamos, en Lima, esperando que sea mañana, partir para guayaquil y de ahí a la playa, Montañita.





Haciendo un cierre de esta primer mitad del viaje, se puede hacer un balance muy positivo. La gente amazónica tiene una paz envidiable, un ritmo tan lento, tan saludable. El stress obvio que no existe, como tampoco la violencia ni la inseguridad. La armonía esta siempre y los amigos son todos.
Mañana empezamos la otra mitad, la segunda, que poco se va a parecer a la que paso. Ahora viene la playa, el mar, y quien dice el surf también.
Ya habrá más novedades de nosotros.
Salud

Carreta

Perú `08

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