17 de marzo de 2008

Montañita




De Lima salio el avión de la Línea Lan con destino a Guayaquil, Ecuador, demostrándonos lo malo que es el servicio brindado por Aerolíneas Argentinas, por lo menos en cortas distancias como la que habíamos hecho.
En estos días, Guayaquil esta siendo azotada por lluvias desde el mes de diciembre, fenómeno metereologico que no se daba desde hace 10 años. La idea del principio era llegar ahí, recorrer un poco y partir en el bus de las 17 hs. para Montañita. Como la lluvia no cortaba, ni lo iba a hacer, decidimos tomar directamente un taxi a la Terminal de bus y ver de llegar lo antes posible a nuestro destino.
Primero se nos acerco una persona con una camioneta, ofreciéndonos llevarnos por u$s 5 (tener en cuenta, de acá en adelante, que la moneda oficial del Ecuador es el dólar). Antes de subirnos al avión habamos conocido una mujer que vivía en Montañita y nos había tirado alguna info., por lo menos la básica como para alguien que esta por llegar a un destino desconocido. Por esta razón estábamos al tanto que pagar u$s 5 por persona era mucho, así que nos subimos a un taxi que nos cobraría u$S 3. La cosa es que el viaje, que tan barato nos saldría, era de menos de 1 km. La Terminal terrestre y el aeropuerto estaban pegados.
Al llegar lo primero que hicimos fue buscar la empresa que viajaba a la playa. Eran la 1 del mediodía y el primer bus directo que salía era el de las 17hs. Había otra posibilidad de llegar pero era yendo primero a Santa Elena y de ahí combinar con otro bus hasta Montañita. Javier se inclinaba por esta modalidad, cosa de llegar lo antes posible, pero yo junto con el Bostero, que no teníamos apuro alguno pero si hambre, le "propusimos" a Javis quedarnos esperando el directo, que tendría mejor servicio y comodidad. Luego de una ofensa por Javis, finalmente almorzamos en el patio de comidas, teniendo así nuestro primer contacto con la comida regional del lugar donde estaríamos una semana.
Ya a las 17 el bus partió. Antes de arrancar, una chica contratada por la empresa nos filmo la cara a todos los pasajeros diciendo que lo hacían para que quede constancia de la gente a bordo de la unidad en caso de haber un asalto, hecho que había ocurrido en dos oportunidades las dos ultimas semanas.
A las 20 hs. aproximadamente llegamos a destino. El bondi nos dejo sobre la ruta donde conocimos a nuestro primer amigo del Ecuador, Junior.
Junior era un chiquito de unos 8 años que se encargaba de recibir a los turistas y guiarlos por la ciudad en busca de su hospedaje. Nosotros teníamos solo la noción de que había una zona “céntrica” y otra más alejada, llamada la punta, donde era mas tranquilo pero si un poco mas caro.
En el camino por las tres cuadras del centro en busca del hospedaje, Junior nos comentaba que tal el mar y demás. Nos supo contar que el día anterior, un chileno se metió al mar y había sido chupado por un remolino. El mismo había aparecido muerto cortado en dos partes. Nunca pudimos comprobar la veracidad del cuento.
Como en tantos otros lugares, al niño que lleva gente para que se hospede en algún lugar, el encargado / dueño del mismo le da una propina. En este caso, el hostal Montezuma era al que nos tenía que llevar para conseguir su paga. Después de dar varias vueltas, sobre todo por nosotros que no sabíamos definir donde íbamos a parar, Junior nos termino convenciendo y fue allí donde terminamos durmiendo todas las noches.




Montañita es un pueblo ubicado en un circuito de playas. De la ruta son tres cuadras hasta el mar y otras tres cuadras, entre el mar y la ruta, que harían la calle con más movimiento del lugar. Esta calle esta conformada por algunos almacenes, tres o cuatro locales de surf y ropa, pero en su mayoría por bares, con mesas a la calle y hospedaje en sus plantas altas.
La movida nocturna en esta época no es muy movida. Si sale mucho ir a la calle, sentarse a tomar unos buenos tragos, ver artesanías, algún flaquito con cadenas de fuego y malabares, sentir la mezcla de distintas músicas que sale de los distintos bares y relajarla.
Nosotros llegamos, y como ya comente antes, nos hospedamos en el montezuma, un hostel de dos suizos ubicado a una cuadra de la playa y a media de la calle principal. Entramos en una habitación con una cama matrimonial con cucheta sobre el segundo piso. Dejamos las mochilas y partimos a la calle a tomar algunos tragos y conocer la movida local mientras veíamos por Fox Sports el partido de River vs. Universidad de Chile.
Tomados varios tragos (2 x u$s3), nos fuimos al único "boliche" que había abierto, Caña Grill. Ahi pasamos un buen rato bailando marchita, para después pasar a otro bar donde tocaba una bandita de argentinos hasta que nos fuimos a dormir.
Y arranca la movida de la playa. Montañita es bien conocido por las olas y la movida surfer. La arena es bastante fina junto con el agua que es calida. No hay momento que haga frío y no puedas meterte al mar. Eso ya habla bastante bien del lugar.
El primer día testeamos el mar y después nos fuimos caminando a la punta, lugar rocoso con gran vista del pueblo.
El segundo día de playa, el Bostero y Javi se metieron al mar y yo me quede, con la mochila, tomando una cerveza tranquilamente. Cuando los veo salir, noto en Agustín la palidez de un muerto. El flaquito había sido arrastrado por el agua haciéndosele muy difícil la salida. Estuvo varios minutos nadando de un lado a otro tratando de zafarla pero no había caso. Fue cuando se dejo llevar por algunas olas lo que lo dejo fuera de la rompiente y así la posibilidad de salir barrenando.
El mar ahí es bastante peligroso. La marea cambia muy repentinamente dejándote de un momento a otro sin hacer pie a merced de la corriente. En la estadía que estuvimos allí, tres fueron las personas que murieron. Dicen que mata alrededor de 25 personas por año y así y todo, todavía no hay playero.
Como el pueblo queda a unas tres horas de Guayaquil, los fines de semana mucha gente de allí va por el fin de semana. Era viernes a la noche y el caudal de gente ya era otro. Santiago Estévez, amigo oriundo de Florida, hincha de Racing Club de Avellaneda que trabaja de mozo en un bar nos había comentado que en las playas aledañas se podía disfrutar con mayor tranquilidad del mar sus frutos.

El sábado a la mañana, después de hacer el clásico desayuno continental en algún bar, partimos nuevamente a la playa. A diferencia de los otros días, esta se parecía a la Bristol de Mar del Plata. La gente estaba por doquier, los pendejos corrían por todos lados y la paz ya no existía. Fue por todo esto que decidimos tomar en cuenta las palabras del amigo académico y nos tomamos un taxi en busca de mayor soledad. Así fue que partimos hacia Libertados Boliviar, una playa unos 10 km al sur. Allí nos asentamos en un quinchito sobre la costa a tener un muy buen almuerzo, incluyendo langosta a pedido de Javier incluida.
Ya comidos y más relajados, caminamos algunos metros hacia un bar que había sobre la misma playa. Ahi estuvimos ratazo largo tomando unas chelas y algún buen tequila. Después de una practica de malabares con los flaquitos del bar, ya oscureciendo, se prendió una fogata.


Al rato nos tomamos el bus local que nos deposito nuevamente en nuestro lugar. Esta era la última noche. Para variar un poco vimos un DVD en el hostel, degustamos la gran comida que nos hacia el chef peruano y partimos a la calle principal. Al otro día, el domingo, era fecha de elección del prefecto local, así que había "ley seca". De seca no tenía nada, ya que la cerveza y los tragos deambulaban libremente por las calles. Totalemnte de acuerdo con que la movida realmente no debía ser seca. Poco acertado seria tenernos a todos sin tomar cuando el 50 % debíamos ser turistas o gente asentada allí, sin domicilio ni obligación / derecho a voto.
Volviendo a la movida, esa noche teníamos dos opciones; Una era la misma calle, donde se había puesto bastante bueno con la música que llegaba desde un bar, o la otra opción era una fiesta privada que salía u$s 20 de entrada y u$S 3 la cerveza. Ya en la parte final de l viaje, con los pocos dólares que nos quedaban, no daba meternos allí a terminar de gastarlos, por lo que la decisión correcta fue la calle. Como era sábado, mucha gente de Guayaquil y alrededores había. El Bostero y Javier les podrán contar mejor como se acercaban las ecuatorianas preguntando si éramos surfers. Obvio que la respuesta era un "SI" rotundo, siendo ahí cuando pedían charlar, sacarse fotos y hasta a uno le rogaron un beso.
Para cerrar la noche, nos fuimos al hostel y tomamos un tequila diciendo "hasta lueguito" el Ecuador.Ya el domingo a la mañana, levantamos todo lo del hostel y mientras con el Bostero comprábamos los pasajes a Guayaquil, Javier nos esperaba tomando el desayuno en un bar. Por suerte, cuando llegamos a puesto de tickets quedaban 5 lugares en una combi que partía a las 14 hs. Todos los servicios terrestres con horarios anteriores estaban completos. Nuestro avión salía a las 17:40 hs. El viaje duraba 3 horas, por lo que mas que comprometidos estábamos con el horario. Se podrán imaginar lo que habremos dormido, dado los nervios que había, en el viaje hasta que llegamos a Guayaquil. La respuesta es: "nos dormimos todo el viaje, de punta a punta".
En el aeropuerto tomamos el nuevo vuelo de LAN hasta Lima. Allí en el Perú no ingresamos, sino que nos quedamos en la parte de transito. En lo personal, me jugo una mala pasada que procederé a contarles para ir terminado. No se si conté que en el Amazonas me compre un remo de madera para usar en el horno de barro que tenemos. Como no quería trasladarlo por todos lados dada su fragilidad, decidí dejarlo en una guardería del aeropuerto para retirarlo antes de volver a Argentina. La cosa es que una vez en lima, listo para buscarlo me entere que nos debíamos quedar en la zona "en transito" para no tener que pagar los u$s 30 que cuesta el uso del aeropuerto. Así, si salía por el, iba a estar obligado a pagar dicha suma, la que sumada al valor del mismo, mas lo que debía por la guardería, este terminaría siendo el remo mas caro del mundo. Por todo lo expuesto, el remo quedo en el Perú, quedando así pendiente ir de nuevo al Amazonas en busca de uno nuevo.
Terminando con este viaje, listos para salir en uno nuevo...
Salud

Carreta

Perú / Ecuador `08

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