13 de enero de 2010

Huaco - Pedernal - Mendoza

Despues de haber envidiado las constantes carcajadas del grupo viejo-festivo que paraba en el camping decidimos dar por finalizada la jornada, recargar baterias y arrancar a la mañana siguiente. MI carpa, con MI saco de dormir en MI lugar fueron lo suficiente para que la noche haga lo propio y no ME afecte. Algunos se cagaron de frio.
Mate de por diome se levanto el campamento y se partio para la localidad de Huaco, a unos 10 km de San Jose de Jacha, para visitar el Molino de Garcia o del Alto. Fundado en el año 1876 por un ingles dio trabajo, junto a otros molinos adyacentes, a mucha gente de la zona. Despues de este ingles hubo otro propetario para luego terminar en manos por quien hoy es como se lo conoce; el Señor Garcia. En aquel entonces contaba con carpinteria, herreria, viñedo y casa de empleados. Todo llevado a delante con un sistema de correas propulsadas simplemente por un chorro de agua que hacia girar la correa inicial. Cuando Garcia fallece, dejan de hacerlo operar y cierra sus puertas hasta el año 2000, año en el que por parte del intendente y una de los herederos que vivia en Mendoza reabrio.
Hoy en dia el funcionamiento no es el mismo que supo tener. La construccion, fruto del desuso, habia decaido mucho. De a poco esta siendo levantado, manteniendo todo en madera tal como fue ideado. El lugar funciona haciendo harina de trigo y maiz. El guia de turno fue Lucio, pero podria haber sido el Dionicio o el Manuel.
Cuando viajabamos por la ruta 40 llegando a Jachal, entre corrientes ventosas infernales y bados de piedra, cruzamos un animalejo que a Javier le desperto las ganas de comer conejo. Nunca, en viajes anteriores, habiamos curzado un lugar que venda ese tipo de bicho, pero por esas cosas de la casualidad cuando estabamos camino al molino vimos que en un rancho los vendian; vivos o faenados.
Asi fue que terminamos tocando las palmas para comprar en lo de Armando Moreno, conocido por los lugareños como "el gitano que vive ahi en la curva". Como ya tenia el plato servido, y eso como la siesta son ritual sagrado impostergable, tuvimos que hacer lo mismo que el, eir a buscar nuestro almuerzo para volver a la hora y media y poder llevar lo que seria la cena. Por pedido de los clientes, nos espero para elegirlo y faenarlo.
Asi fue como mas tarde nos volvimos a su lugar y aprendimos, entre algunas otras, cosas como se mata y limpia un encantador conejo blanco, de pelo suave, ojos rojos y con una capacidad de gritar que asombro a alguno.
De nuevo en ruta, algun lugar de algun pueblo con parrilla u horno de barro nos esperaba. Pasamos por la ciudad de San Juan y helado de por medio, con compania no tan grata, creimos mejor seguir bajando.
Asi fue como nos fuimos cruzando a los camiones de apoyo del Dakar a los que con luces, bocinas y un cuerpo salido de la ventana arengamos al mejor estilo yankee. Al llegar a Villa Media Agua, nos desviamos a la derecha y le dimos un rato para llegar a Pedernal.
Ese mismo dia, por esa localidad habian pasado las motos, cuatris y camiones de la competicion. Estos no fueron los unicos que pasaron si no toda la peña que con sus 4x4 van disfrutando del "chow". Los vestigios de la multitud estaban desparramados por todo el camping, asi que fuimos a parar a El Gran Chaparral. Roberto, su dueño, y cia. nos alquilaron por unos caros pero necesarios $60 un espacio para tender las carpas (dormir en la cabaña estaba fuera de presupuesto). Alli nos topamos con un lindo grupo humano sanjuanino que nos integro muy amablemente por las casi 24hs que estarimos.
El dueño de casa, el citado Roberto, dio clase de como se usa un horno chileno, instrumento ideal para la coccion de pizzas, empanadas o pan por dar la posibilidad de mantener la temperatura desde un agujero inferior.
Este fue el ultimo lugar hasta donde seguimos al "white rabbit". Bien adobado por Madarigua y el Bostero, ingreso al tambor para salir al punto justo. Una delicia.
Como todas las noches, el horario de cerrar las actividades llego muy pronto. El Bostero tuvo una buena noche gracias a la hospitalidad de la dueña de casa que le habilito unas mantas, escenciales para el frio que se veia venir.
A la mañana nos enseñaron que Jehova es el Dios verdadero, nos sirvieron de material de lectura y agitando mucho las manos, nos despedimos de esta linda gente para iniciar el final del viaje, ciudad de Mendoza.
Que ciudad Mendoza. Distinta a lo que veniamos viendo. Distinta, no mas linda. Si otro tipo de gente, otro tipo de vida. Otra forma de vestirse, de andar, de vivir.
Metimos una recorrida de tres hostel, terminando en el tercero, La Casa de Mahyl. En un cuarto de 8 personas con baño privado, pileta en el fondo y bar con electronica, sentamos campamento y bajamos equipaje del coche a un precio de $45 la noche.
Unos buenos chapusones al agua, lujo que no nos dabamos desde el inicio del viaje, y arrancamos para las termas de Cacheuta.
Que se puede decir de las termas si para mantener la costumbre llegamos en el horario en que ya no se podia entrar. El programa fue poner los pies en el rio, tomar unos fernesitos frios y conversar tendido.
En ese clima se llego a la obvia conclusion de que nuestros dirigentes no tienen un proyecto para el cuidado del agua, un bien no renovable. Quizas de esto salga alguna accion positiva, sponsoreada por EL Aireador.

1 comentario:

Madarigua dijo...

Aplausos mi amigo, una obra de arte literaria para describir esos dias en el San juan y Mendoza Argentino.
salud
J